Una transición repleta de enseñanzas
Tegui Videoporteros, Bodegas Castillo de Monjardín y Gráficas Ona allanaron el camino
Hay momentos en la vida que uno debe permanecer fuerte y sacar lo mejor de sí cuando llegan los días difíciles. Eso hizo Manolo Azcona para mantener viva a la Asociación Deportiva Galibier entre 1999 y 2005. Tras seis exitosos años (1993-1998) de la mano de ACR, MRA y Sky Blue, el patrocinio llega a su fin y comienza entonces una nueva etapa en la estructura. Siete temporadas. Tres sponsors distintos. 107 ciclistas. 69 victorias. Tocó reinventarse.
Año 1999. La Asociación Deportiva Galibier viene de cosechar numerosos triunfos bajo la esponsorización de ACR – MRA y Sky Blue y el equipo de Manolo Azcona es ya una de las referencias del campo amateur español. Pero de repente de un día para otro todo cambia. ACR, con problemas, no puede continuar al frente del equipo. Tegui Videoporteros toma el relevo. “Teníamos miedo porque todos los principios son difíciles pero en Tegui encontramos a un patrocinador interesante y pudimos hacer un equipo muy bueno”, relata Azcona. La escuadra navarra encadena victorias de postín gracias a corredores como Jorge Ferrío, Gustavo Toledo y Julián Sánchez Pimienta. Además, consigue una de sus mayores hazañas hasta la fecha: el Campeonato de España en ruta sub-23 a manos de Patxi Ugarte.
Uno de esos corredores que mantuvo siempre la identidad del bloque y fue partícipe de muchas de esas alegrías fue Benjamín Noval, que daría el salto a profesionales con Relax – Fuenlabrada en 2001. “Aquellos dos años me sirvieron para seguir formándome como ciclista y darme cuenta de la importancia del trabajo en equipo”, reconoce el asturiano. Por aquel entonces Tegui Videporteros alcanzó un nivel altísimo y acumuló 30 victorias en su haber al cierre del 2000. “Fue un año que conseguimos bastantes resultados y nos convertimos en uno de los equipos referentes de España. Reconozco que hubo compañeros que se habrían merecido la misma oportunidad que tuve yo. En lo personal, estoy muy agradecido a Manolo Azcona y a Juan Azcona por el trato que recibí”, expresa.
2001 arranca con la trágica noticia del fallecimiento de Ricardo Otxoa en un accidente de tráfico. El de Berango, que había militado en la Asociación Deportiva Galibier en 1999 antes de regresar a la élite con Kelme, fue atropellado mientras entrenaba junto a su hermano Javier Otxoa en una de sus habituales salidas por Cártama. “Lo recuerdo como un palo terrible, un momento oscuro que nos hizo mucho daño a todos. Era un grandísimo ciclista, pero no nos quedó otra que seguir adelante”, rememora Azcona.
El periodo de Tegui como sponsor principal finaliza esa misma temporada y la estructura se ve inmersa en un proceso de reconstrucción. “Nos tocó vivir momentos complicados porque el presupuesto era bastante inferior y hubo que hacer encaje de bolillos, pero gracias a Bodegas Castillo de Monjardín salimos adelante y no tuvimos que cerrar el equipo, que habría sido mortal”, recuerda el presidente de la Asociación Deportiva Galibier. El conjunto, formado casi en su totalidad por ciclistas navarros, se adjudica el Campeonato de Euskadi gracias a Iván Latasa y cosecha otros dos triunfos parciales en las figuras de Santiago Segú y César Gárriz.
Apenas un año después, un nuevo patrocinador llamó a la puerta. Gráficas Ona daría nombre al equipo de la Asociación Deportiva Galibier durante las siguientes tres campañas. Garikoitz Atxa, ciclista de aquella plantilla, comenta: “Yo venía de la categoría junior y fueron días de aprendizaje donde aprendimos a marchas forzadas. Todo fue como una novedad ya que se produjeron muchos cambios, llegaban refuerzos a mitad de temporada y te acababas juntando con corredores mucho mayores que tú, pero poco a poco nos supimos adaptar”.
“Siempre que se acaba un patrocinio lo pasas mal porque hay que volver a empezar, se hace duro pero ese ha sido mi trabajo toda la vida. Formamos un equipo que daba la talla en todos los sitios a los que íbamos. Ganamos la Vuelta a Navarra con Santiago Segú y el Torneo Lehendakari con Gorka Lizarraga. Es verdad que he tenido también grandes disgustos con el ciclismo, pero he sido muy feliz trabajando en esta historia”, narra Manuel Azcona.
Te puede interesar…
Más historias de Ciclismo Real